La alimentación consciente, también conocida como mindfoodness, un término que deriva del mindfulness –que es la capacidad de prestar atención plena al momento presente–, busca mejorar la forma en que nos relacionamos con la comida trabajando en la esfera mental y emocional. Incorporar hábitos saludables a tu forma de vida relacionados con el deporte, la meditación, el yoga y la alimentación es el objetivo de los retiros que proliferan a pasos agigantados a lo largo y ancho de la isla, de España y del mundo. Mawi Durán, comunicadora especializada en alimentación consciente y organizadora de Jewi Retreat en Ibiza junto a Jéssica García, coach y psicóloga, asegura que dedican «un especial cuidado y atención al tipo de alimentos que se consumen durante el retiro», ya que lo que buscan es que «las personas que acudan vivan una experiencia completa cuidándose y respetándose a través del deporte, la meditación y la alimentación». Pero, ¿qué es realmente la alimentación consciente?: «Consiste en poner una consciencia en todo el proceso. Es decir, desde antes de comprar el alimento, hasta el momento de ingerirlo», informa la especialista. «Qué producto vas a comprar, dónde, cómo tratarlo antes de consumirlo…», prosigue mientras agrega que «incluso cómo colocas el alimento en el carro a la hora de comprarlo es importante. «Hay gente que lo lanza y, al final, esa acción conlleva una energía que se integra en el alimento que luego vas a consumir. Cada alimento tiene su carga energética», destaca. «Una vez obtenido el producto, también es importante cómo se cocina, tendiendo regularmente a realizar recetas crudiveganas que no oxiden los alimentos al entrar en contacto con el aceite caliente», agrega la comunicadora. «Pero no solo influye cómo se cocina, la presentación es también muy importante. Poner la intención en decorar el plato y dejarlo bonito para el disfrute del que lo consuma, incluso si es uno mismo, forma parte también de este estilo de alimentación», añade. «Además, la comida debe ser equilibrada», prosigue Durán. «Por ejemplo, la comida que un cuerpo necesita no es la misma si ha estado en reposo o a hecho ejercicio. Ponemos especial cuidado en ese equilibrio y realizamos las recetas en función de ello», destaca. Por ejemplo, tras haber realizado esfuerzo físico, «el cuerpo requerirá de carbohidratos», un ejemplo de receta que propone para ese momento es un red buda bowl, «preparado con lombarda cruda picada, remolacha cruda, arroz como carbohidrato y frutos secos, y seitán como base de proteína vegetal», añade mientras informa que en su retiro la proteína fundamental es la vegetal y que no utilizan «derivados de ningún animal». «Al contrario, uno de los talleres consiste en elaborar leche de almendras. Después, con la pasta que sobra, hacemos nuestro propio queso», informa Durán incidiendo en que es otro aspecto importante pues «pones toda tú consciencia en ello, ya que es algo que estás elaborando por ti mismo».
