Más allá de las playas, el paisaje interior esconde joyas como Can Curreu
Al pensar en Ibiza, casi siempre viene a la mente una imagen del mar. Lo que muchos no saben, y descubren al viajar a la isla, es que el paisaje interior es toda una sorpresa, un marco perfecto para ponerse en contacto con la naturaleza, relajarse y disfrutar.
En medio de ese contexto, en la zona de Sant Carles, el Hotel Rural Can Curreu dispone de opciones de alojamiento, gastronomía, bienestar y paseos a caballo no solo para sus huéspedes sino para todo el que quiera darse un capricho en cualquier época del año.
El restaurante de Can Curreu es toda una tentación, con una gastronomía mediterránea con pinceladas creativas que conquista a todos los paladares. Sentarse a su mesa es posible en el interior, con vistas a la vegetación de Ibiza, o en su terraza, con la misma panorámica y presidida por un impresionante olivo milenario.
Es un clásico entre los residentes regalar (o regalarse) una combinación del menú degustación que ofrecen con una sesión de circuito termal. Pero las propuestas de Can Curreu van más allá, con masajes relajantes e incluso excursiones a caballo en plena naturaleza.
