Leds, ventiladores, máquinas de burbujas, poleas, motores, shakers, ciclonadores… Escuchando estas palabras no es fácil llegar a la conclusión de que se trata de un restaurante. Pero así es. Sublimotion, el restaurante más caro, creativo, tecnológico e innovador del mundo, se encuentra aquí, en Ibiza.Una sala donde los imposible se hace realidad. SUBLIMOTION No hay nada más que echar un vistazo a las fotos y vídeos de los comensales que han pasado por su mesa para darse cuenta de que no se trata de un restaurante cualquiera. «Algunos piensan que se trata solo de un restaurante con proyecciones audiovisuales», asegura risueño Eduardo Gonzales, jefe creativo y cofundador del restaurante, junto a Paco Roncero, el chef. «Sin embargo, las proyecciones tan sólo son lo que sería la decoración en una obra de teatro», prosigue Gonzales, mientras agrega que tienen «un personal que se parece más a una regiduría de un musical o de una obra de teatro que a un restaurante». Pero no lo es. «En Sublimotion se trata de comer, de disfrutar cada uno de los platos en hasta doce localizaciones distintas», informa. «Llevamos haciendo shows más de veinte años y nos hemos dado cuenta de que la mesa es la mejor plataforma de comunicación que hay. Es el mejor escenario posible. Por eso nos servimos de ella para hacer viajar al espectador, pero sin perder de vista que se trata de un restaurante», apunta. Doce escenarios posibles para una única cena. SUBLIMOTION «Respetamos mucho los tiempos gastronómicos», destaca el jefe creativo. «Podemos presentar un plato con efectos espectaculares pero luego nos vamos de la sala. El comensal no necesita mirar nada, es un espectáculo mucho más inmersiva», añade. Y es que cada una de las diferentes propuestas culinarias se corresponden con una escena diferentes de este «viaje sensorial único», como lo describe Ana Vide, actriz y modelo ibicenca que trabaja desde hace cuatro temporadas como maestra de ceremonias de este exclusivo local.«Aunque las escenas se repitan durante la temporada, cada noche es diferente en función de los comensales», asegura la guía de este «viaje de sensaciones y emociones». «Es como meterte en una cápsula del tiempo donde todo es posible», agrega. Viajes sensoriales en el tiempo y el espacio. SUBLIMOTION
Evolución del espectáculo
¿Pero cómo surge la idea? «Paco y yo nos conocimos en 2010 en un evento que hacíamos juntos. Tengo una empresa de comunicación y realización de eventos (Vega Factory) y estábamos al frente de la producción del evento. Ahí conocí al chef, el cual ya tenía un taller en Madrid donde unía gastronomía con proyecciones etc. Así que le propusimos evolucionar hacia un producto que fuera un espectáculo», cuenta Gonzales. Tras un par de años puliendo el concepto, Roncero y Gonzales presentaron su propuesta a Palladium Hotel Group, quien no «dudó en apostar por esta innovadora idea». Mimo y cariño en la cocina del restaurante. SERGIO G. CAÑIZARES «Con los años nos hemos ido afianzando», asegura Gonzales. «Al principio costaba que la gente viniera. Nadie conocía el restaurante y no estaban acostumbrados a este nuevo concepto», explica, mientras apunta que ahora, seis años después, «además de estar prácticamente lleno cada día», considera que están en la «temporada más Sublimotion de todas». Una obra de arte para los amantes del dulce. SUBLIMOTION Algunas de las cocineras más prestigiosas del mundo como son la española Elena Arzak, la peruana Pía León, la cocinera de origen esloveno Ana Ros, y, desde Singapur, la repostera Janice Wong, incorporadas esta temporada, son las encargadas de «aportar una nueva mirada a este novedoso performance gastronómico». Los parterres de Paco Roncero simulan un huerto de verduras. SUBLIMOTIONSublimotion ‘off the record’ «El equipo de trabajadores está integrado por diferentes disciplinas que tienen mucho que decir dentro de una puesta en escena», asegura el productor. Arquitectos, diseñadores, ingenieros, montadores de vídeo, el ilusionista Jorge Blass, el diseñador de moda Roberto Diz, el compositor Lucas Vidal, además de los chefs, cocineros, camareros y performancers o, como dice Gonzales, los trabajadores del ‘directo’, –pues se encuentran «día a día procurando que cada cena sea una experiencia única para los asistentes»–, el equipo que hay detrás de esta especie de teatro gastronómico es inmenso. «Es imposible explicar el formato si la gente no se sienta en la silla y vive la experiencia», asegura Gonzales, quien aprovecha para destacar que uno de los elementos más útiles del local son las ruedas ubicadas en las sillas de los comensales. «Así podemos moverlos por la sala a nuestro antojo», apunta. La impecable presentación es una de las características del restaurante del Hard Rock Hotel Ibiza. SERGIO G. CAÑIZARES Otra clave importante es la tecnología. «El restaurante cuenta con una parrilla técnica similar a la de un concierto de una rock star pero para una única mesa», ironiza el co-propietario. Y es que, nada más entrar en la sala, los comensales se encuentran en un mundo lleno de posibilidades pues, rodeados por una pantalla de «30 metros lineales y cuatro metros de alto», cualquier situación es posible. Los terrarios colgantes bajan del techo hasta la mesa. SUBLIMOTION Además, luces de todo tipo, leds, ventiladores, burbujas, humo, luz negra, platos de comida que bajan del techo… «Cada escena es una posibilidad para comer diferentes», asegura Gonzales, quien señala que la creatividad no tiene límites en este restaurante, que ha sido incluso capaz de «conseguir que la gente coma dentro de un videojuego» gracias a unas gafas de realidad virtual que «escanean tus manos y la habitación en tiempo real y permiten que percibas la realidad como un videojuego» en el que incluso puedes «saborear un pequeño snack con forma de pixel». Preparación de los cactus para los terrarios. SERGIO G. CAÑIZARES Ciclonadores en las mesas para remover los cócteles sin tocarlos, shakers para similar el balanceo de las cucharillas y la porcelana del salón restaurante del Orient Express, cualquier cosa es posible en este local donde no existen los límites. Un sabor para cada una de las escenas. SUBLIMOTIONLos trabajadores comienzan a preparar la cena cuatro horas antes. S.G.C.